Nada es más fácil que criticar y dejarse llevar por las voces más visibles y promovidas desde el establecimiento político y económico de cualquier sociedad. Precisamente, cuando se investiga es importante auscultar otras voces, voces disonantes que inviten a la reflexión, que promuevan un tipo de pensamiento diferente, propio.
Se acerca el final del semestre, y éste que termina fue particularmente difícil: muchos grupos, grupos muy numerosos, desinterés constante; baja participación, bajísimos niveles de lectura, poca crítica, escasa puntualidad permanente, ausencia de autonomía, "posverdad" y mentiras.. en fin. La lista es larga y está llena de excusas.
Desde luego que las clases también pueden y deben mejorar. Todo proceso humano es perfectible. En cualquier caso me quedo con la impresión de algunos pocos estudiantes, quienes comprendieron el mensaje respecto al pensamiento crítico, a la necesidad de formación integral y la importancia de asignaturas y temáticas complementarias. Que lograron valorar la investigación como una actividad orientada a crear pensamiento propio, a no repetir, que ayuda a construir autonomía.
De eso se trataba.
Les agradezco a aquellos y aquellas que supieron perseverar hasta el final..
Aunque se puedan tener diferencias en muchos campos de política y economía con el ministro de Salud, tengo que reconocer que sus observaciones son pertinentes e interesantes. Vale la pena escucharlo y reflexionar sobre sus argumentos.